La Masonería existe en más de ciento sesenta y cuatro países del
mundo. De acuerdo a la enciclopedia británica se dice que la membresía
es de seis millones de masones calificados a lo largo del mundo entero
en sociedades secretas. Al menos quince mil trescientas logias operan
en Estados Unidos y más de treinta y tres mil setecientas existen
alrededor del mundo.
Por ejemplo en Filipinas hay doscientas once logias y quince mil
treinta y siete masones. Inglaterra tiene más de ocho mil lógias con
una membresía de seiscientas mil, Alemania Occidental tiene
trescientas ochenta y ocho logias con veintiun mil miembros, Italia
con quinientas sesenta y dos lógias con veinticuatro mil miembros.
Cuba tiene trescientas veinticuatro lógias y diecinueve mil
setecientos veintiocho miembros. En Canadá hay ciento ochenta y tres
mil miembros en mil seiscientas lógias.
Estas grandes cantidades son una razón por qué la masonería es una
influencia considerable en la sociedad mundial y en la iglesia.
Se dice de que actualmente hay un adulto de cada diez dirigidos dentro
del círculo de la influencia masónica.
En 1912 el estudioso Martin Wagner podía observar acerca de la
masonería que "la masonería con sus numerosos vástagos, es un poderoso
factor en nuestra civilización. Esta influye en nuestro civismo,
nuestra sociedad, nuestra familia, nuestra moral y nuestra creencia
religiosa".
La Masonería destruye los principios rectores de las Comunidades y sus
bases nacionales, posibilita al judío la “igualdad" de derechos
sociales y políticos y prepara la vía a la subversión judía al
sostener las sofísticas tesis de libertad, igualdad y fraternidad, de
"solidaridad» entre los pueblos, de la Liga de las Naciones y del
pacifismo.
Por medio de sus ramificaciones internacionales, la Francmasonería
interviene en la política exterior de las naciones llevando a cabo, al
margen de los jefes de Estado nominales, una Política mundial secreta.
Para ello, la Francmasonería tiene buen cuidado de que las posiciones
claves en la vida pública, económica y cultura de un pueblo sean
cubiertas por "hermanos" masones que llevarán al terreno de los hechos
los pensamientos del francmasonismo.
También vemos su influencia en los albores de nuestra era moderna. Uno
de los testimonios más interesantes es seguramente el del masón
Haugwitz, inspector de las logias de Prusia y de Polonia. En 1777 –
escribe en sus memorias- “me hice cargo de la dirección de las logias
de Prusia, Polonia y Rusia. Allí he adquirido la firme convicción de
que todo lo que ha sucedido en Francia desde 1789, la Revolución, es
una palabra, incluso el asesinato del rey con todos sus horrores, no
sólo se había decretado en aquel tiempo,, sino que todo fue preparado
por medio de reuniones, instrucciones, juramentos y señales que no
dejan lugar a duda ninguna acerca de la inteligencia que todo lo
meditó y dirigió”
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